La nube que no sabía volar

Nubi tiene un gran sueño convertirse en una de esas grandes nubes que gobiernan el cielo. Pero aún es muy pequeñita y no sabe desplazarse del todo bien. Por eso, gracias al aliento de su madre, emprenderá un viaje de aprendizaje alrededor del mundo, donde no faltarán las aventuras y los nuevos amigos. Un cuento infantil para despertar la imaginación a través de múltiples escenarios que promulgan valores como la constancia, la solidaridad y la autoestima. RESEÑA DE EDITOR La constancia, el tesón y el compañerismo en La nube que no sabía volar. En un mundo tan exigente y competitivo, la constancia, el compañerismo, la solidaridad o la autoestima son valores esenciales para que el ser humano de hoy pueda desarrollarse como persona y como profesional. Sin embargo, estas cuestiones tan relevantes se aprenden y se interiorizan durante la infancia el momento esencial para plantar la semilla de estos valores con los que se pretende lograr ser, los adultos del futuro. Sin embargo, no es fácil la enseñanza de ciertos valores y para facilitar esta tarea tan compleja, podemos apoyarnos en los cuentos ilustrados un vehículo esencial para mostrar enseñanzas básicas. Y es que los cuentos infantiles son visuales, son ágiles, son divertidos y usan el lenguaje exacto con el que empatizan los pequeños de la casa. De ese modo, los niños y niñas adoptan, de un modo divertido, orgánico y accesible, esas cuestiones esenciales que les harán cumplir todas sus metas en el futuro. Y de eso va La nube que no sabía volar, escrito de manera notable por Paz Velázquez Pérez y genialmente ilustrado por Pilar Sánchez. El cuento narra la historia de una nube que soñaba con ser una de esas inmensas y gigantes que surcan los cielos. Por suerte, contará con el apoyo de su madre, que la llevará a recorrer gran parte del mundo, viviendo aventuras inimaginables en el camino y haciendo grandes amistades. Un libro visual y de gran ritmo en el que dilucidamos la formación en Comunicación Audiovisual de Paz Velázquez, debido al magistral compendio entre texto e imágenes, que encuentran un equilibrio envidiable. Así, La nube que no sabía volar se convierte en un libro imprescindible para los padres que quieren enseñar a sus hijos el valor del esfuerzo, del tesón y la importancia de no auto limitarse. ¡Muy recomendable!