El gato que amaba los libros | Sosuke Natsukawa

¿Quién defiende a los libros cuando son usados, silenciados o convertidos en mercancía? En una librería de segunda mano a punto de apagar sus luces, un gato atigrado viene a exigir una respuesta. En un barrio tranquilo, entre estanterías polvorientas y notas de un abuelo que ya no está, Rintaro Natsuki evita el mundo y sus clases. Heredero de un pequeño negocio y de un legado de lecturas compartidas, prefiere el refugio de los pasillos estrechos al ruido exterior. Guarda los libros como se guardan los recuerdos con cuidado y con el temor de perderlos. Entonces aparece Tora, un felino parlante de mirada antigua, que irrumpe con una petición hay libros que sufren y necesitan ser rescatados. Para hacerlo, Rintaro debe atravesar laberintos donde las palabras se tuercen y las reglas cambian. Cada puerta abre un dilema leer a toda prisa o comprender acumular títulos o escucharlos medirlos por su utilidad o por la huella que dejan. En esos recorridos surgen figuras seguras de sí mismas incluido un promotor que reduce la literatura a cifras y pruebas que ponen en juego la memoria del abuelo, la continuidad de la librería y el vínculo íntimo entre lector y libro. Cada rescate le exige una parte de sí el valor de hablar cuando preferiría callar, la paciencia de escuchar cuando todo empuja a pasar página y la disposición a mirar la lectura como un encuentro y no como una lista. Afuera, la tienda espera su cierre adentro, los laberintos se curvan hacia preguntas que nadie puede responder por él. Entre la soledad del duelo y la compañía inesperada de un guía con bigotes, se abre una ruta hecha de estanterías imposibles, decisiones difíciles y ecos de historias que piden ser defendidas. ¿Hasta dónde llegará para proteger aquello que no se puede pesar ni vender, y qué encontrará al final de ese último pasillo?