El hombre en el espejo

En Houston, Texas, AndrE9;s y Carolina, una joven pareja de origen latino, se asoma con confianza y optimismo hacia el futuro. Unidos por un amor incondicional y sincero, sueF1;an con fundar una familia. El destino, sin embargo, como el tornado que al inicio del relato arrasa lo que encuentra a su paso, se encargarE1; de truncar este sosegado proyecto. Como en la historia de Romeo y Julieta, la muerte entra en escena para, excluyendo de este mundo a los amantes, sellar su uniF3;n eterna en el mE1;s allE1;. BF;Fatalidad ciega? No: en el universo no hay espacio para la improvisaciF3;n, y el destino no se esfuma en el sinsentido del azar caprichoso. Lo que le acaece a cada individuo estE1; ya escrito desde siempre en la espiral de la vida. AndrE9;s y Carolina cruzan el umbral de la muerte, pero E9;sta no es un dejar de ser, sino tan solo un trE1;nsito hacia un nivel de conciencia superior y hacia un nuevo renacer. Para terminar de cumplir su misiF3;n en la tierra, Carolina enfrentarE1; el reto de volver a la vida en un cuerpo ajeno: el de su esposo AndrE9;s. El trayecto que la separa de su meta de engendrar un hijo suyo y de AndrE9;s estE1; sembrado de dificultades, que ella tendrE1; que sortear con empeF1;o y valentED;a. Con la prosa directa y concisa que sus lectores ya conocen y disfrutan, Marco Robayo nos ofrece este relato ED;ntimo, que nos enseF1;a que el vivir, el morir y el nacer son los eslabones fE9;rreamente enlazados de la indestructible espiral de la vida. Es ella, como cF3;digo universal del cual nada ni nadie escapa, la danza mE1;gica que todo lo gobierna, forja el destino y marca nuestra existencia, en un proceso de incesante evoluciF3;n y crecimiento. Y en cuyo centro estE1; el amor, como razF3;n y sentido FA;ltimo de nuestro transcurrir por este mundo.