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Guía de estudio de la Biblia / Julio - Septiembre 2012
Guía de estudio de la Biblia / Julio - Septiembre 2012

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Guía de estudio de la Biblia / Julio - Septiembre 2012

Vendido por Sanborns

SKU 9081871

Marca ASOCIACIÓN CASA EDITORA SUDAMERICANA

EAN 9789875679566

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**Cuando Dios desciende del cielo** En la década de 1950, el autor irlandés Samuel Beckett, ganador del Premio Nobel, escribió un drama titulado _Esperando a Godot_, acerca de dos hombres desafortunados y sin hogar que esperaban junto al camino a alguien llamado Godot, que se suponía que vendría y los salvaría de lo absurdo, patético y sin sentido de la vida. -¿Su nombre es Godot? -preguntó Estragón. -Creo que sí -respondió Vladimir. Mientras Estragón y Vladimir esperan, agotados por la marchita esperanza de que Godot viniera, una procesión de sufrientes humanos, vacilantes, con pasos de ganso, rengos, torpes y zapateando, pasan delante de ellos. Aburridos, no tanto por todo el dolor de la vida sino por su inutilidad, procuran divertirse haciendo el bien, como levantar a un ciego que tropezó. -Ven, hagamos algo -dice Vladimir-. En un instante, todo esto desaparecerá y estaremos solos otra vez, en medio de la nada. Pero, al moverse Vladimir, cae y no se puede levantar. A pesar de más promesas de que Godot vendría, la vida parece tan miserable, mientras tanto, que deciden ahorcarse. Pero, no tienen sogas, y entonces Estragón se saca la cuerda que sostiene sus pantalones, y estos colapsan hasta sus tobillos. Prueba la solidez de la cuerda, la estira; se corta y ambos hombres casi caen. Deciden encontrar una cuerda mejor y tratar otra vez más tarde. -Nos colgaremos mañana -dice Vladimir-, a menos que venga Godot. -¿Y si viene? -pregunta Estragón. -Estaremos salvados. Este misterioso Godot no vino nunca, lo que significa que no se salvaron. Por supuesto, no se esperaba que se salvaran. Tampoco se esperaba que lo fueran. El punto que quería dejar Beckett con el drama era mostrar lo absurda y desesperanzada que es la vida. Qué contraste con el punto de vista de la vida presentado en la Biblia! Específicamente, qué contraste con el panorama que presentan las lecciones de este trimestre, que son las dos cartas de Pablo a los Tesalonicenses. Como los dos personajes de Beckett, los tesalonicenses enfrentaban estrés, tensiones, luchas y aun persecuciones. En otras palabras, la vida para ellos, como para todos nosotros, tenía momentos difíciles. Cuán fácil y comprensible pudo haber sido para ellos caer en la futilidad, el nihilismo y el pesimismo que Beckett expresó en su drama. En cambio, los tesalonicenses tenían una esperanza segura, basada en lo que Cristo había hecho por ellos, una esperanza que señalaba la mayor promesa de todas: la segunda venida de Cristo (de la que Beckett también se burlaba). Aunque Pablo los había reprendido, aunque tenían problemas de conducta así como teológicos en su iglesia (¿suena familiar?), para ellos y para nosotros escribió Pablo algunas de las palabras más increíbles, elevadoras y llenas de esperanza de toda la Inspiración. "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras" (1 Tes. 4:16-18). Nada puede ser más lleno de esperanza y glorioso que eso, ¿verdad? Este trimestre, por medio de las cartas de Pablo a los Tesalonicenses, obtendremos un vistazo de la vida en la iglesia cristiana primitiva, realmente una iglesia urbana, y veremos algunas de las luchas y los desafíos que afrontaban, _incluyendo las dificultades que surgían por el hecho de que Cristo no había regresado todavía._ También es fascinante que, por diferentes que fueran las circunstancias de ellos de las nuestras, muy a menudo los principios reflejados en las palabras de Pablo a los tesalonicenses tratan con los problemas y los desafíos que nosotros también confrontamos mientras esperamos, no a algún misterioso Godot, sino al Señor Jesús, cuya muerte en la cruz, en su primera venida, garantiza su regreso en gloria en la segunda. _Jon Paulien es el decano de la Escuela de Religión de la Universidad de Loma Linda, en Loma Linda, California, Estados Unidos._
  • año2012
  • formato
  • formato digital
  • género literario
  • idiomaspa
  • isbn9789875679566
  • no de páginas0
  • sinopsis**Cuando Dios desciende del cielo** En la década de 1950, el autor irlandés Samuel Beckett, ganador del Premio Nobel, escribió un drama titulado _Esperando a Godot_, acerca de dos hombres desafortunados y sin hogar que esperaban junto al camino a alguien llamado Godot, que se suponía que vendría y los salvaría de lo absurdo, patético y sin sentido de la vida. -¿Su nombre es Godot? -preguntó Estragón. -Creo que sí -respondió Vladimir. Mientras Estragón y Vladimir esperan, agotados por la marchita esperanza de que Godot viniera, una procesión de sufrientes humanos, vacilantes, con pasos de ganso, rengos, torpes y zapateando, pasan delante de ellos. Aburridos, no tanto por todo el dolor de la vida sino por su inutilidad, procuran divertirse haciendo el bien, como levantar a un ciego que tropezó. -Ven, hagamos algo -dice Vladimir-. En un instante, todo esto desaparecerá y estaremos solos otra vez, en medio de la nada. Pero, al moverse Vladimir, cae y no se puede levantar. A pesar de más promesas de que Godot vendría, la vida parece tan miserable, mientras tanto, que deciden ahorcarse. Pero, no tienen sogas, y entonces Estragón se saca la cuerda que sostiene sus pantalones, y estos colapsan hasta sus tobillos. Prueba la solidez de la cuerda, la estira; se corta y ambos hombres casi caen. Deciden encontrar una cuerda mejor y tratar otra vez más tarde. -Nos colgaremos mañana -dice Vladimir-, a menos que venga Godot. -¿Y si viene? -pregunta Estragón. -Estaremos salvados. Este misterioso Godot no vino nunca, lo que significa que no se salvaron. Por supuesto, no se esperaba que se salvaran. Tampoco se esperaba que lo fueran. El punto que quería dejar Beckett con el drama era mostrar lo absurda y desesperanzada que es la vida. Qué contraste con el punto de vista de la vida presentado en la Biblia! Específicamente, qué contraste con el panorama que presentan las lecciones de este trimestre, que son las dos cartas de Pablo a los Tesalonicenses. Como los dos personajes de Beckett, los tesalonicenses enfrentaban estrés, tensiones, luchas y aun persecuciones. En otras palabras, la vida para ellos, como para todos nosotros, tenía momentos difíciles. Cuán fácil y comprensible pudo haber sido para ellos caer en la futilidad, el nihilismo y el pesimismo que Beckett expresó en su drama. En cambio, los tesalonicenses tenían una esperanza segura, basada en lo que Cristo había hecho por ellos, una esperanza que señalaba la mayor promesa de todas: la segunda venida de Cristo (de la que Beckett también se burlaba). Aunque Pablo los había reprendido, aunque tenían problemas de conducta así como teológicos en su iglesia (¿suena familiar?), para ellos y para nosotros escribió Pablo algunas de las palabras más increíbles, elevadoras y llenas de esperanza de toda la Inspiración. "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras" (1 Tes. 4:16-18). Nada puede ser más lleno de esperanza y glorioso que eso, ¿verdad? Este trimestre, por medio de las cartas de Pablo a los Tesalonicenses, obtendremos un vistazo de la vida en la iglesia cristiana primitiva, realmente una iglesia urbana, y veremos algunas de las luchas y los desafíos que afrontaban, _incluyendo las dificultades que surgían por el hecho de que Cristo no había regresado todavía._ También es fascinante que, por diferentes que fueran las circunstancias de ellos de las nuestras, muy a menudo los principios reflejados en las palabras de Pablo a los tesalonicenses tratan con los problemas y los desafíos que nosotros también confrontamos mientras esperamos, no a algún misterioso Godot, sino al Señor Jesús, cuya muerte en la cruz, en su primera venida, garantiza su regreso en gloria en la segunda. _Jon Paulien es el decano de la Escuela de Religión de la Universidad de Loma Linda, en Loma Linda, California, Estados Unidos._
  • tipo contenido
  • tipo libroElectrónico

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