A su manera

Ramón Losada al que el éxito profesional le ha exigido ocultar su homosexualidad y vivir en soledad, presenta una enfermedad irreversible que le impedirá el control de su mente, la defensa de su intimidad le llevará a buscar el final de forma anónima. El destino le deparará a sufrir una parada cardiaca de la que se recuperará como un paciente gravemente dependiente, sin filiación y sin capacidad para tomar decisiones Para la Dra. Eva Román, el caso inicialmente supuso la oportunidad de ser la pionera en el empleo de una terapéutica novedosa, en un paciente no filiado, pero debido a su evolución y la posibilidad de caer en ensañamiento terapéutico, se plantea la opción de una eutanasia. La falta de familiares le llevará a contar con la colaboración de Luis Llorente, un directivo de la empresa de Ramón, al que le acaba de señalar el final de su vida profesional. Ante la incapacidad moral para decidir por él optan por vulnerar la intimidad de Ramón y buscar en su casa un posible testamento de vida. La experiencia en común les conducirá, a ella a madurar, y a él a plantearse una nueva ilusión.