¿Y fui feliz para siempre?

Jill Stark era una escritora famosa, la invitaban a las mejores fiestas, salía con los chicos más guapos y sus miles de likes en Instagram le hacían creer que su vida era genial. Pero sufría una profunda depresión que apenas le permitía levantarse de la cama. Visitó médicos, probó terapias alternativas e investigó de manera profesional temas de salud mental y emocional. Se volvió una experta, pero se dio cuenta de que, pese a su «éxito», siempre se había sentido así, insegura, como si algo faltara, como si nunca nada fuera suficiente. ¿Y si el problema no solo estaba dentro de ella, sino en las absurdas expectativas de la sociedad y las agotadoras comparaciones en redes sociales? Esta es la historia de una chica que no se sentía suficiente y de cómo encontró la manera de respirar cuando el peso del mundo parecía asfixiarla.