No te enamores de Rosa Santos

Me gustas susurre esperando que el mar no escuchara mi confesión Al igual que su Madre y su abuela antes que ella Rosa Santos lleva la maldición del mar Al menos eso es lo que todos dicen Salir con ella solo trae desgracia especialmente si eres un chico con un bote Pero Rosa se siente más atrapada que maldita Atrapada entre su cultura y sus elecciones Entre su abuela (la querida curandera y pilar de su comunidad) y su Madre (una artista que entra y sale de si vida como un huracán) Entre Puerto Coral (el pequeño pueblo de Florida al que llama su hogar) y Cuba (la Isla de la que su abuela se niega a hablar) Mientras intenta elegir una Universidad Rosa literalmente colisiona con Alex Aquino un chico misterioso que lleva al océano en su piel y trabaja en el Puerto Con su corazón su familia y su futuro en la línea de fuego Sera Rosa capaz de enfrentar su maldición y zarpar hacia su destino Pero las aguas del amor nunca han corrido tranquilas Y en el horizonte se ocultan brillantes tesoros solo para quienes se arriesgan a ir por ellos.