Sumérgete en la calidez de los Frijoles Refritos de Sanborns, una delicia cremosa y llena de tradición. Sabor auténtico que abraza el corazón. ¡Disfrútalos y descubre la esencia de nuestra cocina!
Los frijoles refritos son un ícono culinario con profundas raíces en la historia mesoamericana. Su evolución combina técnicas ancestrales con adaptaciones posteriores a la colonización.
El frijol (Phaseolus vulgaris) se domesticó hace 8,000 años en Mesoamérica, siendo base alimenticia de aztecas, mayas y otras culturas. Las primeras preparaciones incluían frijoles hervidos en ollas de barro, mezclas con maíz y chiles, y molido en metates para hacer pastas.
La fritura posterior apareció tras la introducción europea de manteca de cerdo en el siglo XVI, sartenes de metal y técnicas culinarias ibéricas. El término "refrito" proviene del español antiguo donde "re-" intensifica la acción, no indica doble fritura. Esta confusión lingüística se popularizó por traducciones al inglés como "refried".
En el siglo XIX ya era guarnición esencial: acompañante de carnes y antojitos, base para enfrijoladas y molletes. Su versatilidad regional usa variedades locales como negros en Oaxaca con hoja de aguacate, pintos en el norte con chorizo y bayos en el centro con epazote.
Hoy representan el 70% del consumo nacional de leguminosas y tienen más de 50 preparaciones registradas. La técnica ha sido declarada Patrimonio Inmaterial en Veracruz. Este platillo sintetiza 8 milenios de historia agrícola y mestizaje culinario, manteniéndose como pilar gastronómico con 16 kg anuales per cápita consumidos hasta 1980.
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